jueves, 11 de julio de 2013
Noches de pasión
Tu aliento cálido roza mis labios
como cándidas velas bajo
los susurros de alocadas bestias.
Gemidos que
tiemblan bajo mis manos;
estremecimientos
ocultos
bajo mantos sudados.
Tu piel
brillante como diamante,
acalorado
como nuestros
corazones
agitados,
suave deja recovecos
entre mi
vientre y labios;
nuestras manos
entrelazadas
como trenzas
firmemente
agarradas.
El sol acaricia,
seductora,
el vidrio empañado
por las miradas
sedientas en una
noche de verano.
El frío hiende en mi piel;
las llamas de tu piel
acaramelada
se fundieron
con la luna blanca.
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