Sombras.
Las sombras del ser oscuro
moran en las esquinas del cuarto en penumbra.
El tormento de nuestra pasión,
fuerte como el poder de las sombras,
nos envuelve en un fuego.
En un fuego asesino.
En la trampa del amor.
¡Ángeles divinos, sálvenme de está maldición!
Las sombras besan mis pies, oh ángeles compasivos.
Alados de alas doradas y ojos de fuego.
¡Sálvenme, sálvenme!
Necesito de ustedes, ángeles de Dios.
Mi amado y yo perecemos sin Su perdón.
Somos Ángeles Caídos y estamos malditos.
¡Ayudadnos, ayudadnos!
Necesitamos Su misericordia, Señor.
Nos hemos quemado
bajo las llamas del amor.
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